viernes, 20 de junio de 2008

El Catenaccio sí se abrió en Amberes


La primera y última victoria de España ante Italia en un partido oficial se logró en los Juegos Olímpicos de 1920. La Roja jamás volvió a sonreír cuando volvió a encontrarse con los Azzurri.

Por Francisco Ortí.-

El año 1920 será recordado por presenciar la aplicación del Tratado de Versalles, los primeros pasos de la Alemania nazi, el desmembramiento de Rusia y, lo que es mucho más importante, la primera y última victoria de España contra Italia en un partido oficial.

Así es, si queremos recordar la última vez en la que la Furia Roja hizo saltar por los aires el Catenaccio Azzurri tendremos que tirar de hemeroteca y remontarnos hasta los Juegos Olímpicos de 1920 -cuando las Olimpiadas todavía las disputaban las selecciones absolutas-, celebrados en Amberes, ciudad donde vivió el célebre pintor Peter Paul Rubens.

España comenzó con buen pie una relación con el fútbol italiano que no tardaría en convertirse en fatal. Tal vez lo sucedido en Amberes sólo era Caridad romana, como en la obra de Rubens en la que una mujer amamanta a un prisionero para salvarle la vida. Aunque en este caso, Italia alimentó a la selección española para posteriormente matarla una y otra.

El dos de septiembre de 1920, España e Italia se encontraban por primera vez en el panorama futbolístico con la medalla de plata como objetivo de plata –el oro ya lo había ganado la anfitriona Bélgica-.

La Roja llegaba a la cita protegida por una de las mejores ocasiones que ha conocido el fútbol español. Bajo los palos contaba con el guardameta Ricardo Zamora, mientras que los goles eran la tarea preferida de Rafael Moreno Aranzadi, más conocido por su nombre de guerra: Pichichi.

A las 15.00 horas arrancó el duelo en el Olímpico de Amberes, con Zamora, Otero, Vallana, Artola, Sabino, Sancho, Sesúmaga, Moncho Gil, Pagaza, Pichichi y Silverio formando el once español. Por Italia jugaron Campelli, Bruna, De Vecchi, Parodi, Meneghetti, De Nardo, De Marchi, Baloncieri, Brezzi, E. Badini y Marucco.

Los dos goles de Félix Sesúmaga (m.43, m.72) hicieron historia al firmar la primera y última victoria de España ante Italia. Pese al triunfo español, no faltó uno de los ingredientes clásicos de todo España-Italia que se precia: la polémica. Ricardo Zamora fue expulsado a los 80 minutos, sembrando de dudas a los españoles en los últimos instantes del encuentro.

La polémica decisión del árbitro belga Paul Putz sería la primera de una larga serie de desavenencias entre españoles e italianos cuando hay un balón por medio y en las que España nunca volvió a resultar ganadora.

1 comentario:

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Aquel año marcó el punto de despegue del fútbol español. La Olimpiada de Amberes cambió la fisonomía del fútbol español pues fue el gran paso para popularizar el fútbol en España. Un abrazo.