domingo, 15 de junio de 2008

Entre Garrapatas: La fuerza del Imperio turco

Por Ander Barroso.-

Con discreción, con sufrimiento, con sangre y con garra, podemos decir que Turquía está en cuartos. La clasificación que ha conseguido el combinado de Fatih Terim tiene muchísimo mérito, si tenemos en cuenta que las dos victorias que han logrado han llegado a última hora y tras espectaculares remontadas. Sobre todo la obtenida frente a la República Checa.

Habría que ver el panorama que podía respirarse en el vestuario de los checos al término del partido. Seguro que no se escucharían bromas ni tampoco risas. No es para menos, porque la República Checa perdió el partido en quince minutos. A falta de un cuarto de hora para el final, los hombres de Karel Bruckner dominaban el marcador con un claro 0-2 que terminó transformándose en un 3-2 para los turcos.

Es cierto que Turquía no es un equipo técnicamente fantástico, pero esa falta de calidad la sobrepone con una magnífica actitud de sus futbolistas. De lo contrario, qué alguien me explique como en una Eurocopa, puede ganar los dos últimos partidos a última hora y ante rivales que han sido superiores en un buen tramo del encuentro. Suiza lo vivió en sus propias carnes y los checos también fueron víctimas del Imperio Turco.

Todo empezó de maravilla para los de Bruckner, que le dieron un repaso a Turquía en la primera parte. El seleccionador checo acertó dándole la titularidad al gigante Koller al lado del veloz Sionko. Esa mezcla de contundencia aérea y de rapidez hizo mucho daño a la zaga turca, que pudo irse al descanso con un saco de goles. Por fortuna para ellos, sólo se fueron con uno de Koller, obviamente de cabeza.

Nadie dudaba de que el partido no estaba sentenciado, puesto que a los turcos no se les puede dar por perdidos antes de que se confirme su derrota. Probablemente, todo radique en la filosofía del combinado y en general, del propio país otomano. Esa capacidad de lucha y confianza en sí mismos que puede faltar en otras selecciones. Personalmente, la admiro y ahora soy un seguidor más de Turquía, aunque mi preferida sigue siendo España.

Obviamente, también hay que mencionar el factor suerte. Sí, puedo parecer pesado, pero creo que es una realidad. Ganar un partido en el último minuto es mucho más excitante que hacerlo en la primera parte, debido a que has sufrido mucho más para lograr la ansiada victoria y también has visto más cerca la derrota. Todo esto se puede observar en la celebración de los futbolistas cuando el árbitro pita el final del partido.

Como equipo, me gustan más los checos. Petr Cech había sido un seguro de vida hasta la fecha, al igual que toda la defensa. El centro del campo y la parte de arriba funcionó bien hasta que Turquía marcó el primero. A raíz del tanto del tanto de Arda Turan, los checos no supieron parar el ritmo del partido y dormirlo, algo que aprovechó el tan admirado Nihat.

Durante el partido, me preguntaba a mi mismo cuál era el motivo de la discreta actuación del delantero del Villarreal. Apenas había mostrado detalles de su calidad en los dos anteriores partidos, pero apareció en el momento trascendental, cuando más le necesitaba su equipo y mostró a toda su Europa el gran delantero que es. En el primer tanto, echó mano de su inteligencia para aprovecharse del error de Cech, mientras que en el segundo y definitivo gol, demostró que le pega a la pelota de maravilla.

Turquía se medirá a Croacia en las semifinales. Un bonito duelo de dos selecciones que al llegar a esta Eurocopa no estaban en el grupo de las favoritas. Sin embargo, las sorpresas que nos ha deparado hasta ahora el torneo provocará que una de las dos se meta en las 'semis'. Al igual que la República Checa, es más equipo que los de Fatih, pero en unos cuartos de una Eurocopa puede pasar cualquier cosa y visto lo visto hasta ahora, que nadie desprecie a los turcos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encantó Turquia, demostró que uno no debe rendirse nunca. La República Checa se equivocó al darle el balón a los turcos, eso y un poco de suerte les dio el partido y la clasificación.
Lo de Cech una enorme mala suerte (ánimo) y lo de Nihat la demostración de lo que es un crack, no se le ve en todo el partido y a la hora de la verdad es el que resuelve.