martes, 17 de junio de 2008

Innsbruck 24/7: Austria no se rinde


Francisco Ortí y José David López (corresponsales en Innsbruck)

Son las 22.45 horas. Los austriacos acaban de presenciar cómo eran expulsados de su Eurocopa por el vecino soberbio y antipático: Alemania. La desilusión reina en la carpa de Neustift en la que los aficionados locales se suelen reunir para ver los encuentros, mientras que un par de alemanes celebran la victoria en una esquina con una controlada efusividad germana.

Nada más sonar el pitido final, un grupo de niños abandona a toda velocidad el recinto con un balón y comienza a disputar su propio partido sobre un terreno de juego asimétrico y unas porterías de lana y piedra. Austria no se rinde. La nueva generación de futbolistas ya se está gestando.

Algo ha cambiado en Austria gracias a esta Eurocopa. El país que recogió firmas para retirarse del torneo ahora cree en su selección. Los jugadores han conseguido enganchar a su afición. No lo ha hecho gracias a un buen juego, ni a base de resultados, tampoco con goles. Lo ha logrado jugando con corazón. El equipo lo da todo, aunque no da más de sí. Austria se marcha de la Eurocopa con un punto y sólo un gol de penalti injusto, pero también con la fe del país que cree en una selección mejor.

En cuanto a lo personal, el día comenzó antes de lo esperado. El mecánico que nos había alquilado un Ford Focus a precio de un Fiat Punto se dio cuenta de su error y vino a nuestra habitación a primera hora para pedirnos piedad y ofrecernos un coche acorde al precio que habíamos pagado.

A regañadientes accedimos al intercambio, aunque no éramos conscientes de que habíamos pagado una miseria. Porque si este nuevo coche es el más acorde con el precio que hemos pagado… Es un cuatro latas con un motor reumático, que sufre carraspera crónica y con tendencia a protestar en las cuestas. Habrá un nuevo cambio, eso no lo duden.

Ya en el cuartel general de la prensa en Neustift presenciamos el nacimiento del periodista aspersor. Los cerca de 20 enviados especiales que quedaban en la carpa a la hora de la comida se unieron para componer un sonoro y eterno "Ssssssssshhhhhhhhh".

El destinatario de la sinfonía de esta improvisada orquesta de viento era el periodista de Onda Madrid Alfredo Duro, quien en estos momentos realizada su programa radiofónico con una locución que sobrepasaba los decibelios permitidos por la OMS. El final de la operística disertación de Duro fue premiada por la prensa con una irónica ovación, que el homenajeado encajo con sorna.

Para culminar el día, logramos la perseguida entrevista con David Villa. Cómo el encuentro no se producía siguiendo los cauces formales, decidimos tomar cartas en el asunto y romper todas las normas establecidas para la prensa. Entramos donde no debíamos, nos colamos por donde no estaba permitido y tras hablar con el Guaje logramos la entrevista. Gran parte del mérito hay que dárselo a la siempre simpática Susana, que ayudó en todo lo posible. Si se trata de saltarse las reglas, no tenemos rival.

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