miércoles, 30 de enero de 2008

Seducción a la argentina

Por Francisco Ortí.-

Mundialmente está consensuado que el francés es el idioma del amor. Pero antes de que aparezca el amor hay que jugar al arte de la seducción, y si se hiciera una votación para elegir el mejor acento para seducir estoy convencido de que ganaría el argentino.

Precisamente ese acento argentino es lo que está permitiendo al Valencia volver a seducir por momentos con su fútbol. Por supuesto, los ché todavía están lejos de su versión mejor, pero la llegada del prometedor Éver Banega está dando otro color al fútbol de ataque de los de Ronald Koeman.

Banega, o Éver cómo le gusta que le llamen, todavía no ha podido brillar como él es capaz porque el físico no se lo ha permitido, pero sí nos ha regalado pinceladas de lo buen mediocentro que es y ha dado muestras de que conoce la medicina para curar la enfermedad del Valencia.

Con su sola presencia el argentino une al conjunto ché, mientras que sin él sobre el césped el Valencia se convierte en un equipo partido por la mitad y sin transición. Además, su importancia se ha doblado a causa de la lesión de Baraja, que era el destinado a liderar el centro del campo valencianista.

Ante el Atlético de Madrid en Copa del Rey vivió su mejor noche desde que llegó al Valencia. Condujo el balón sin vergüenza. Sin sentir la presión que agobia a muchos jugadores cuando se enfrentan a la afición del Calderón. Y, con un desparpajo inusual para su edad, dirigió al Valencia en un partido de alta tensión que se había puesto cuesta arriba.

Supo marcar el tempo del partido. Acelerarlo cuando hacía falta y ralentizarlo cuando convenía. Regateó sin miedo y también se dejó ver con mayor asiduidad por las inmediaciones del área rival, no para disparar –esa es su gran asignatura pendiente- sino para asistir a sus compañeros, y Mata le debe estar agradecido por ello.

Durante los 59 minutos que estuvo sobre el campo, fue el mejor del Valencia y seguro que más de un seguidor valencianista se acordó de la familia de Koeman cuando el holandés decidió sustituirle. Pero, el técnico ché no es tonto. Conoce perfectamente el potencial de Banega y por eso mismo le está dosificando. No quiere fundir a la que es su mejor arma para la segunda parte de la temporada demasiado pronto.

Si en El Mago de Oz Dorothy Gale debe seguir un camino de baldosas amarillas para llegar a su destino, el Valencia ha encontrado el mejor camino hacia el gol: darle el balón al de las botas amarillas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues ojalá funcione, me encanta que los fútbolistas que recalan en nuestra liga sean de calidad y aporten fútbol.
Es raro que un jugador argentino y joven y sin pretemporada se adapte rápido, por eso creo que no conviene tirar las campanas al vuelo, creo que hay que esperar un poco más.
Enhorabuena por el pasar de eliminatoria.
Un saludo.
http://senderobetico.blogspot.com

Ander Barroso dijo...

Yo también creo que todavía le falta para adaptarse del todo, pero por la situación en la que está el Valencia se agradece el desparpajo en el centro del campo. Otro año le hubiera costado muchísimo más tener minutos.