viernes, 4 de enero de 2008

Un derbi de locos

Por Francisco Ortí.-

Faltan poco más de 24 horas para que se dispute el derbi de Valencia entre el Levante y el Valencia y los dos clubes parecen estar luchando por ver quien acumula más escándalos. Los jugadores ya no están entrenando en sus respectivas ciudades deportivas, sino que se dividen en calabozos, juzgados o están en paradero desconocido, y los equipos están centrados en el mercado invernal.

Uno de los mayores escándalos los ha protagonizado el jugador del Valencia Manuel Fernandes. El portugués fue detenido mientras celebraba el cumpleaños de Miguel Brito al ser acusado de robar un reloj e iniciar una reyerta en una conocida discoteca de Valencia. Fernandes pasó la noche en el calabozo y el viernes en los juzgados hasta lograr su libertad con cargos.

Por otro lado están David Albelda, Santiago Cañizares y Miguel Ángel Angulo, que viven una situación insólita al ser apartados por Ronald Koeman, pero el club ché no les facilita la salida. A este grupo se une, lógicamente, Manuel Fernandes, que se seguramente se marchará cedido al Everton.

Y entre tanto lío llega Ever Banega. El centrocampista argentino aterrizó el sábado por la mañana en Valencia para cerrar su fichaje por el club ché. El fichaje está casi cerrado desde hace varios días, pero unas complicaciones han impedido que se pueda hacer oficial.

Savio, todavía de vacaciones

Si mal van las cosas en el Valencia, tampoco van mucho mejor en el Levante, donde algunos jugadores se han planteado empalmar las vacaciones navideñas con las estivales. Ese es el caso de Savio Bortolini, que todavía no ha regresado a los entrenamientos, cuando lo debía haber hecho el pasado 29 de diciembre.

Tampoco le debió funcionar bien el reloj a Mustapha Riga, puesto que también llegó con retraso de las vacaciones. Sin embargo, el ghanés podría jugar ante el Valencia a causa de la falta de efectivos que arrastra el conjunto granota.

Otro que vivió una situación anómala fue Marco Storari. El portero italiano tuvo que esperar casi ocho horas para que Julio Romero aceptara reunirse con él. La intención de Storari era forzar su salida ante la ausencia de cobro y solicitó no jugar el partido ante el Valencia.

Con este panorama se afronta un derbi de Valencia en el que los dos equipos se juegan mucho. A pesar de lo que pueda parecer, el domingo en Mestalla se jugará a fútbol. O eso creo.

Foto: unosaficionados.com

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