sábado, 12 de enero de 2008

Fútbol con sombrero de copa

Por Francisco Ortí.-

Que si estaba fuera de forma, que si estaba enfermo, que si tenía una lesión crónica. Thierry Henry ha tenido que escuchar muchas críticas en los últimos días, pero ha demostrado que estaban infundadas puesto que en su reaparición llevó de la mano al Barcelona a la victoria y a reconciliarse con su mejor juego.

Espigado, rápido y certero. Henry es un delantero atípico. Es un killer del área al que, sin embargo, no le gusta ejercer como tal. El francés no es de esos goleadores que se aprovechan del esfuerzo de sus compañeros, ni es un cazagoles que espera un rebote para mandar el balón a la red. A él le gusta el fútbol de etiqueta negra.

El galo prefiere crear a que le creen. Le gusta arrancar desde lejos para divisar el hueco en la zaga rival y luego colarse por él gracias a su carrera de seis velocidades. Arranca, corre y cuando parece que su sprint está a punto de termina y que el defensa le va a alcanzar saca una velocidad más para dejar muy atrás a su perseguidor.

Pero, sin duda, lo que más le gusta es dejarse caer por la banda izquierda. Abandona por momentos su posición de teórico delantero para sorprender por la izquierda. Un vicio que Wenger le permitía, pero le costó caro en la selección francesa, provocando algunas discusiones con el seleccionador de turno.

Ante el Real Murcia Henry recuperó ese vicio y recordó a la mejor versión de Henry, al jugador que dominó la Premier League con su eterna elegancia. Este sábado el galo completó su mejor partido desde que llegó al Barcelona y, aunque le faltó el gol, fue el líder del conjunto azulgrana.

Ni siquiera Rijkaard, poco propenso a destacar nombres propios, pasó por alto la gran actuación de Henry: "No me sorprende el partido que ha hecho porque ahora se siente bien y es un gran jugador. Ahora está demostrando su clase, su talento. Hoy fue el actor principal en el campo y aún puede dar muchísimo al equipo".

Thierry Henry todavía está no ha alcanzado su mejor forma, pero ha reaparecido cuando el Barcelona más le necesitaba. Su elegante fútbol con sombrero de copa ha vuelto.

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