Por Francisco Ortí.- Timo Hildebrand ha vuelto a sonreír. El portero se las ha visto canutas en el Valencia y llegó a estar más fuera que dentro del club, pero la revolución Koeman le ha dado una segunda oportunidad y no la ha desperdiciado. Timo está dando los primeros pasos como inquilino habitual de la portería de Mestalla.
Hildebrand llegó al Valencia el pasado verano y desde el principio tuvo las cosas difíciles. Llevar la etiqueta de "fichaje de Carboni" no le benefició a los ojos de Quique Sánchez Flores, que apostó ciegamente por Santiago Cañizares.
Sin embargo, poco a poco fue apareciendo en las alineaciones y comenzó a sentirse titular, aunque pudo disfrutar de esta sensación. La llegada de Ronald Koeman le sumió en las sombras. "Quien juegue en Santander será el titular el resto de la temporada", dijo el holandés antes del encuentro. Y ese fue Cañizares.
El alemán quedó condenado por Koeman a la suplencia eterna y comenzó a estudiar la posibilidad de abandonar el Valencia en enero para que no se le escapara la ocasión de jugar la Eurocopa de Alemania.
Cuando Timo ya estaba haciendo las maletas para marcharse todo cambió de repente. Con la misma velocidad con la que Koeman le relegó a la suplencia le devolvió a la titularidad. El holandés apartó a Cañizares y Hildebrand pasó a convertirse en titular, con permiso de un oxidado Mora.
Hildebrand obtuvo una merecida segunda oportunidad y la está sabiendo aprovechar. Tanto que mantuvo su portería a cero ante el Real Unión de Irún y Levante, realizando grandiosas paradas, especialmente contra los granotas. Ante el Betis no pudo mantenerse imbatido, pero tuvo una buena actuación.
En mitad de la reconstrucción que se está viviendo en el Valencia, la presencia de Hildebrand puede parecer inadvertida, pero el alemán está escribiendo los primeros capítulos de lo que puede ser una larga etapa como valencianista. Salvo que otro cambio de idea de Koeman lo impida.
Foto: Eurosport
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