lunes, 26 de mayo de 2008

Impossible is nothing

La Francia de Zinedine Zidane; Figo y Portugal, Raúl, su Ferrari y España; la alegre República Checa de Nedved o la Italia de Totti. Todos ellos partían como favoritos para proclamarse campeones en la Eurocopa del 2004. Sin embargo, contra todo pronóstico la Grecia de Otto Rehhagel se alzó por encima de todos para llevarse el entorchado europeo a tierras helenas.

Las campañas publicitarias de aquel verano del 2004 ya adelantaban que nos esperaba un acontecimiento sorprendente en la Eurocopa. Impossible in nothing rezaba el eslogan de Adidas, mientras que Danone apostaba por un pegadizo Joroña que Joroña - Hronia kai hronia, escrito correctamente- que no sé qué significa, pero apuesto a que profetizaba el éxito heleno.

La carta de presentación de Grecia era poco menos que decepcionante antes del torneo. Desde 1980 que no se dejaba ver por una Eurocopa, y en su última participación en un Mundial (1994) se marchó sin marcar ni un gol. Y, pese a todo, en el 2004 los griegos protagonizaron una gesta que deja pequeñas las homéricas leyendas de la Grecia clásica.

El secreto del éxito de Grecia fue su bloque. Otto Rehhagel construyó un conjunto tacaño en las alegrías ofensivas, pero extremadamente generoso en el esfuerzo y en el que no se diferenciaba quien jugaba o no. Zagorakis acabó siendo nombrado mejor jugador del torneo, pero las individualidades no existieron en aquella Grecia. Cualquier otro heleno se hubiera podido llevar el galardón y a nadie le hubiera sonado raro.

Aún así, varios de los integrantes de aquella selección se ganaron un sitio en el Olimpo junto a Zeus y compañía. Angelos Charisteas, autor de goles trascendentes y que le valieron para fichar por el Ajax un año después. O también Traianos Dellas, integrante del once ideal del torneo, y Seitaridis, quien se convirtió en uno de los laterales derechos más cotizados y acabó por recalar en el Atlético de Madrid. Las carreras de todos los aquellos internacionales griegos ha sido insulsa tras aquel éxito, pero la Eurocopa les valió para convertirse en la moda del momento y firmar buenos contratos.

La trayectoria en el torneo

Grecia completó una primera fase discreta, que no hacía prever su posterior éxito. La victoria ante Portugal en el partido inaugural se entendió como un accidente y más después de que sólo pudiera rascar un empate de milagro ante España y fuera derrotado por Rusia.

Su gran historia se empezó a escribir a partir de los cuartos de final, cuando ya no volvió a encajar ni un solo gol y le bastaron tres tantos para proclamarse campeón. Primero abatió a Francia con un gol de Charisteas. Luego un gol de Dellas en la prórroga superó a la República Checa, la gran sensación del torneo por su fútbol vistoso.

Y en la final se volvía a ver con la anfitriona, con Portugal, y le aplicó la misma medicina que a los dos rivales anteriores: 1-0 y a defender. Los lusos no encontraron el modo de su superar a Grecia y vio como su torneo se escapaba rumbo a tierras helenas. La humildad y el trabajo recibieron su premio en el 2004.

Foto: UEFA.com

3 comentarios:

AD dijo...

se ve que mi comentario te hizo recordar, jej

buen articulo, a ver que hace el ultimo campeon en esta euro

saludos, nos leemos

devo

Roberto.H dijo...

Hola,acabo de iniciarme en el mundo de los blogs,me parece algo interesante para dar a conocer mis pensamientos sobre los diferentes equipos,espero crear una bitácora a gusto de todos,si os parece bien,me gustaría intercambiar links.

Jhonkarlos Guiñan dijo...

ENORME GRECIA!!!