sábado, 29 de noviembre de 2008

Espíritu de campeón


Por Ander Barroso.-


El Salernitana es un equipo duro de roer y sino que se lo pregunten a un Parma que sufrió lo suyo para derrotarle. El encuentro apenas aportó cosas interesantes en lo futbolístico, debido al mal estado del terreno de juego, algo que benefició a los locales, futbolísticamente inferiores al equipo parmesano.

El histórico equipo italiano sufrió para ganar. Las malas condiciones del césped provocó que el partido fuese trabado e impidió a los de Francesco Guidolin imponer toda su calidad sobre la mesa, aunque tampoco hizo falta.

El Parma sigue siendo un grande y volverá a estar con los mejores. Su caso me recuerdo al que vivió el Atlético hace unos años. Principalmente, porque el equipo mantiene ese espíritu de campeón que tantas alegrías dio en el pasado.

Además, no cuenta con una mala plantilla. Defensivamente tiene gente que sabe lo que tiene que hacer a la perfección. En el centro del campo no le cuesta coger la posición y triangular, mientras que en ataque cuenta con una de las duplas con más peligro de la Serie B.

Reginaldo y Lucarelli son dos delanteros diferentes, compatibles y con olfato goleador. Forman una asociación impresionante y detrás de ellos está el jugador con más talento del Parma y de toda la Serie B: León.

Pararles resulta ser algo complicado y sino pregúntenselo a la defensa del Salernitana, que no pudo frenar dos paredes seguidas de las tres piezas ofensivas del equipo parmesano, para que Reginaldo terminase por asistir en un pase de muerte a Lucarelli, que definió sin problemas al fondo de la portería.

Pero los locales no se frenaron y un minuto después, Di Napoli sorprendió a la defensa del Parma para poner las tablas en el marcador. No podía ser posible. Tras hacer lo más complicado, adelantarse, los de Guidolin pagaron su desconcentración y se vieron obligados a volver a la carga en busca de un segundo tanto.

El Salernitana reordenó sus líneas y se dedicó a buscar el contragolpe, entregándole el timón del partido a los visitantes. Estos aceptaron la propuesta y no pararon de buscar la portería rival, pero los espacios se redujeron y por si fuera poco, la fortuna no estaba del lado del Parma en los metros finales.

Sin embargo, toda esa mala suerte terminó convirtiéndose en buena, porque luego si que sonrió la fortuna a los visitantes. En un lanzamiento de falta, León le pegó fuerte a una pelota que botó y sorprendió a Pinna.

Con 1-2, el Salernitana intentó reaccionar, pero a este Parma tan sólido atrás no le hace daño cualquiera. De hecho, los parmesanos pudieron aumentar su ventaja, pero Lucarelli no pudo conseguir el doblete. Ni hacía falta. Porque lo verdaderamente importante era la victoria y con ella regresó el equipo de Guidolin a casa. 3 puntos menos para regresar a su categoría: la Serie A.

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