viernes, 28 de noviembre de 2008

Ancelotti le debe una

Por Ander Barroso.-

Carlo Ancelotti reservó a algunos de sus baluartes en la visita del Milan al estadio del Portsmouth. Seedorf, Pirlo y Ronaldinho no salieron de entrada y precisamente los principales problemas del equipo rossonero llegaban a la hora de elaborar. Demasiado músculo y poca creación en el centro del campo.

Los de Ancelotti dominaron buena parte de la primera mitad aunque no con excesiva superioridad. Les faltó puntería para materializar sus ocasiones. Shevchenko volvió a estar desacertado y falló estrepitosamente siempre que se presentó delante de un inspirado James.

El ‘Pompey’ hizo bien todo lo que hizo y el planteamiento táctico de Tony Adams no pudo ser más efectivo. Sobre todo en la segunda mitad, que fue cuando se impusieron en todo a un Milan que dio señales de cansancio e inferioridad.

Los británicos recurrieron al juego aéreo como principal arma para hacer daño a los milanistas. Peter Crouch y Kanú son el 50% de este equipo y acabaron desquiciando a Senderos y Antonini, en un quiero y no puedo.

El apoyo del público terminó por meter en el partido a un Portsmouth que empezó a creer en la victoria. Consiguieron embotellar al Milan en su campo, lo que les dio mucha confianza. La movieron bien y el domino que tuvieron durante el segundo tiempo fue total.

Sólo faltaba el gol. Y terminó llegando. Primero fue Kaboul, tras un disparo de Glen Johnson. Y con el Milan en plena crisis anímica, Johnson volvió a aparecer para que Kanú rematase en boca de gol y aumentara la diferencia en el marcador.

Fue entonces cuando Ancelotti recurrió a Ronaldinho y Pato. El resultado podría haber sido diferente si los dos hubiesen salido de entrada, pero no fue así y todo lo demás son hipótesis de las que no se puede sacar una solución clara.

Lo que si es de elogiar es que las cosas volvieron a su cauce tras la salida del pasado (¿presente?) y futuro de Brasil. El Milan la movió con más fluidez y en diez minutos fue capaz de darle la vuelta al partido. ‘Dinho’ volvió a demostrar su dominio a balón parado con un golazo e Inzaghi, bajo la bocina, aprovechó una pelota muerta en el area para poner las tablas en el marcador.

Un punto con el que el equipo rossonero firma su clasificación. Ancelotti puede respirar tranquilo. A saber lo que se le pasó por la cabeza con 2-0. Seguro que nada bueno. Qué se atrevan a decir ahora en San Siro que la Copa de la UEFA sea una competición asequible.

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