jueves, 15 de enero de 2009

Tiene los días contados

Por Ander Barroso.-

Las graves acusaciones que ha recibido Ramón Calderón por manipular la última Asamblea a la que fue sometido hace dos semanas supondrá con toda seguridad un antes y un después en el mandato del actual presidente del Real Madrid. La bomba explotó el martes y desde entonces, Calderón está siendo sometido a una presión muy grande.

Su imagen se ha visto bastante dañada y creo que tiene los días contados como presidente blanco. En lo que se refiere al tema importante, como en todo, hay dos extremos. Uno de ellos, defendido a ultranza por el propio Calderón, en el que se exculpa de lo sucedido. Sin embargo, sus detractores le señalan como el gran culpable de las irregularidades que se cometieron en la Asamblea.

Las consecuencias de la noticia que tanto revuelo ha tenido serán inminentes. Las primeras víctimas son Nanín y Luis Bárcena. Son los primeros de una lista que irá creciendo. Y en la que no descarten que esté Calderón en un futuro cercano. La situación que vive el Madrid pide a gritos unas elecciones y no le veo presentándose a una reelección.

Me sorprendió la noticia tanto como a los demás, principalmente porque en la historia no se recuerdan acusaciones tan grandes a un presidente del Madrid como ahora. Le están tachando de ladrón. Y eso es muy grave, si tenemos en cuenta la importancia que otorga ser el máximo dirigente de un club como el madridista.

Una de las cosas acertadas que dijo en su discurso este miércoles fue que si fuese un cobarde habría dimitido y ahí los elogios son claros. No tendrá otra que volver a realizar la Asamblea y después de todo lo que ha pasado, no apostaría ni un euro en que saldría vivo de ella. Su único escudo de defensa es la buena situación que empieza a atravesar el equipo, pero ni eso creo que le pueda salvar.

La pregunta que me hago es si Calderón, como bien defendió en su comparecencia, no tiene nada que ver con lo ocurrido. Quiero llegar más lejos. Y si, ¿Florentino Pérez está detrás de todo? Son acusaciones muy grandes que nadie puede confirmar, pero teniendo en cuenta las disputas entre el actual y el ex presidente blanco y el deseo patente de Florentino de regresar, hay razones como para que colocarle, al menos, en la lista de sospechosos de la gran bomba que ha salpicado al Madrid.

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