jueves, 2 de octubre de 2008

Mala imagen (2-1)


Por Francisco Ortí.-

Valencia-Marítimo (2-1)

Del Horno evitó el bochorno en Mestalla. Unai Emery se equivocó jugando con experimentos en la alineación y el Valencia sufrió de lo lindo para imponerse a un débil Marítimo. El lateral izquierdo y Villa salvaron los muebles a última hora, pero los ché dejan una mala imagen.

Unai Emery había mandado durante la semana un mensaje avisando de que la eliminatoria no estaba resuelta y que no había que confiarse. Al parecer ese mensaje debió olvidarlo inmediatamente después de abandonar la sala de prensa de Paterna porque lo que puso sobre el terreno de juego no fue un once con que el que demostrara que no se fiaba del Marítimo.

Con Maduro como lateral derecho, Viana de enganche y un ex jugador como Iván Helguera en el centro de la zaga, el Valencia volvió al pasado y disputó uno de los clásicos bolos veraniegos.
El problema era que ni estamos en pretemporada ni el partido era amistoso. Se trataba de toda una eliminatoria de la Copa de la UEFA, con un rival como el Marítimo que no era un derroche de calidad técnica, pero sí de ilusión y fe.

Pese a el estrambótico dibujo táctico el Valencia dominó los primeros compases del encuentro y llegó a disfrutar de un par de ocasiones aisladas en las que obligaron a estirar a Marcos, portero rival. Sin embargo, con el paso de los minutos los ché bajaron los brazos, pensando que tenían ante sí una tranquila noche de mediados de agosto.

Y de noche tranquila nada de nada. El Marítimo, viendo que el Valencia no era tan fiero como lo pintaban, comenzó a creer en sus posibilidades. Primero avisó con un disparo de Djalma, luego otro de Bruno, y finalmente, al filo del descanso, Marcinho castigó la desidia valencianista con un gol soberbio, batiendo a Guaita por alto picando el balón con el exterior.

El gol de Marcinho despertó a los jugadores ché, que se bronceaban a la luna de Valencia, pero la reacción tuvo que esperar a la segunda mitad. Emery no tardó en mover ficha y dio entrada a David Villa, en lugar de Helguera, quien se marchó pitado por la grada de Mestalla, y a Mata por un tocado Vicente.

La segunda mitad fue un monólogo valencianista. Los ché monopolizaron el balón, ante un Marítimo que acumulaba cada vez más hombres atrás. Pese a todo, este dominio no se tradujo en ocasiones de gol y el dúo salvador de esta temporada, el que forman Villa y Mata, apenas apareció.

La prórroga ya se notaba en el ambiente y se multiplicaban los comentarios tipo "nos van hacer estar aquí hasta mañana", Del Horno metió la cabeza. El lateral izquierdo sorprendió con una de sus habituales llegadas y cabeceó el balón a la red para meter al Valencia en la próxima ronda de la Copa UEFA.

Emery confió en Asier del Horno el pasado verano y el lateral izquierdo se lo ha agradecido evitando al técnico que se quemara con sus propios experimentos de química.
En los minutos finales, el árbitro se inventó un penalti a favor del Valencia que David Villa se encargó de materializar. El Valencia está en la fase de grupos, pero Emery encaja su primer rasguño como entrenador ché.

Foto: ValenciaCF.es

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