Fernando Torres devolvió la sonrisa a Rafa Benítez con sus dos goles a última hora que fueron decisivos para derrotar al Chelsea y ganar una buena dosis de confianza para luchar mano a mano con el Manchester. El resultado puede ser un tanto engañoso, porque los de Scolari plantaron cara a los Reds hasta la expulsión de Frank Lampard por una terrorífica entrada a Xabi Alonso, que no es la primera.
A partir de ese instante, la balanza empezó a ser favorable a un Liverpool que tuvo más facilidad para conectar con sus atacantes, especialmente con Torres, que realizó un partido sobresaliente. Hacía tiempo que, por unas cosas u otras, no terminaba de rendir como él sabe. Pero el Chelsea fue su primera víctima importante de esta temporada y quién sabe si dentro de un mes puede estar el Real Madrid inmerso en una larga lista de víctimas.
Los Reds son mucho más poderosos con Torres en estado de gracia y Juande tendrá que tenerlo en cuenta a la hora de afrontar el partido. Su eficacia está bastante por encima de la que tenía cuando era colchonero y eso es un valor muy a tener en cuenta en la Champions, dónde cada partido es una final. De ahí que un mal partido de los blancos pueda tener consecuencias graves.
Los merengues han de tener respeto al Liverpool, pese a que actualmente el Madrid tenga potencial defensivo para frenar al sensacional esquema de Benítez. El problema es que a poco que Steven Gerrard, Alonso y Torres estén inspirados, los de Anfield tendrán mucho hecho, porque cuentan con mucha más pegada con los blancos.
Con dos equipos fantásticos en lo táctico, las diferencias han de marcarse en ataque y ahí El Niño tiene todas las de ganar. Le tiene ganas al Madrid y eliminarle en la Champions le produciría el mejor de los orgasmos. Si existe conexión medular-ataque, no duden de que Casillas tendrá que emplearse más a fondo que su compañero en la selección Pepe Reina.
Los blancos tienen menos recursos, con Robben e Higuaín como únicos futbolistas desequilibrantes, y el siempre a destacar esfuerzo de Raúl González. Mis colegas madridistas me insinúan que el Madrid se meterá en cuartos con suma facilidad, aunque no es algo que ha hecho en los últimos años y este puede no serlo, porque las cosas no marchan mucho mejor.
Por muy experto que sea Juande en preparar eliminatorias, el actual Liverpool es el resultado de un trabajo bien hecho en cinco años y derrotarle de la noche a la mañana no será tarea sencilla. Mucho menos si tenemos el factor campo, que beneficia a los de Benítez, puesto que la vuelta se disputará en el siempre complicado Anfield, aunque los Reds saldrán a por la eliminatoria desde el Bernabéu.
Todo es posible en la Champions y como tal, toda hipótesis tiene su valor. La realidad es que pase lo que pase, Fernando Torres será uno de los grandes protagonistas, no sólo por su pasado, sino que también por su importancia en el equipo. Es un ídolo en Anfield y uno de los talismanes de Benítez. Por algo es el futbolista más querido en Inglaterra después de Cristiano Ronaldo.