martes, 28 de octubre de 2008

El último reto de Diego


Por Ander Barroso.-

Desde Argentina llegan rumores de que Diego Armando Maradona podría convertirse en el sucesor del ‘Coco’ Basile en la albiceleste. No me cabe ninguna duda de que estos rumores son ciertos y, de confirmarse, la llegada de Maradona a la selección será celebrada por todos los argentinos.

Diego demostró hace bastante tiempo, en su época de futbolista, todo lo que tenía que demostrar y desde entonces, no ha sido un ex futbolista cualquiera. Sigue estando en la memoria de todos, puesto que goles como el que le metió a Inglaterra o el de La Mano de Dios no se olvidarán jamás.

Expresándose es igual de descarado que en el campo y eso tiene sus cosas positivas y negativas. Los beneficios que tiene es que te expresas tal y como eres, debido a la plena confianza que tienes en ti mismo. Sin embargo, siempre habrá quienes te critiquen por tu ambición, en el fútbol, tendrías el peligro de recibir una entrada…

A Maradona le ha ocurrido esto durante su vida, pero ahí sigue, vivito y coleando, tal y como era hace 20 años, con sus virtudes y sus contras, y sobre todo, con su exquisita percepción sobre el fútbol. Esta última característica es la que me hace pensar que la albiceleste estará en buenas manos con ‘El Pelusa’ en el banquillo.

No tendrá ningún problema con los jugadores, ya que es un ídolo para ellos y les hará una ilusión tremenda tener como entrenador a uno de los futbolistas más grandes de todos los tiempos. Por su parte, Maradona se ha hartado de expresar su deseo de dirigir a Argentina y no hace falta decir que le hace una ilusión bárbara dirigir a su país.

El futuro de la albiceleste tiene muy buena pinta, con talentos como Leo Messi o ‘Kun’ Agüero en plena madurez. A ello, hay que añadir una importante lista de futbolistas que tienen mucha calidad y Maradona tendrá que romperse la cabeza, porque meter a todos será imposible.

Sin embargo, no tengo dudas de que con Diego, el buen fútbol volverá a aparecer en Argentina y tampoco duden de que la vocación ofensiva de la albiceleste será total, con dos auténticas estrellas como son los citados Agüero y Messi. Así que apunten el nombre de Argentina, con Maradona en el banquillo, como uno de las grandes rivales de España en el Mundial del 2010.

lunes, 20 de octubre de 2008

La metamorfosis de Emery

Por Francisco Ortí.-

Era mayo. Un Valencia en ruinas despedía la temporada ante una afición que deseaba que el partido concluyera cuando antes. Era necesario empezar a trabajar en olvidar lo sucedido durante los últimos meses. Ni la Copa del Rey, ofrecida por los jugadores desde el terreno de juego, logró ahogar las penas de un valencianismo que se había fijado metas altas y en cambio celebraba la permanencia.

Los meses de angustia en los que el descenso se convirtió en la peor pesadilla –con permiso de Ronald Koeman- llegaban a su fin, pero se presentaba un futuro dudoso. La figura de Juan Soler y los rumores de unas arcas famélicas no invitaban al optimismo.

Es octubre. Todo ha cambiado. Los aficionados acuden a Mestalla con ilusión y se marchan sonrientes. Visitar el estadio ha dejado de ser un castigo. Es un deleite. El Valencia mira desde arriba la Liga y presume de su condición de invicto.

"Hay margen de mejora en casa", sentenció Unai Emery tras el último partido en Mestalla. El Valencia había ganado por 4-0 al Numancia e igualaba los registros del equipo que consiguió el doblete con Rafa Benítez. Ese es el secreto del nuevo Valencia. Su ambición y falta de conformismo. El carácter ganador que ha sabido contagiar Emery a un equipo que estaba roto pocos meses antes.

El técnico ché llegó a Valencia enarbolando la palabra unión. Ese sería el bálsamo de todos los males. No se equivocaba. El buen trabajo en todos los estamentos del club ha sido clave en el buen arranque liguero ché. Lejos quedan las pueriles disputadas entre Carboni y Quique Flores, o los misteriosos castigos a jugadores emblema.

Los ché lideran la Liga con seguridad y sus números son de vértigo. Seis victorias y un empate en siete encuentros, 17 goles a favor y tan solo cuatro en contra. La defensa ha sido la gran beneficiada del cambio del rumbo sufrido por la nave valencianista. Una zaga que sangraba abundantemente se ha convertido en una de las menos goleadas de España. Sólo el Villarreal mejora los números defensivos de los ché.

Pero no sólo de una buena defensa vive el líder. El Valencia cuenta con la pareja de moda del fútbol. Los Guajes Villa y Mata forman una asociación de lujo que destrozan cualquier operativo que se le ponga por delante. Mata suma tres goles y ha regalado otros tantos. Mejores todavía son los números del 7 por excelencia, que ha firmado ocho dianas y con ello protagoniza el mejor arranque goleador del s. XXI

A la prolífica obra de los dos asturianos se suman las aportaciones de Manuel Fernandes, Vicente, Joaquín con su intermitencia e incluso Albelda, que el pasado domingo recibió de nuevo el cariño de Mestalla.

Esas son las virtudes de un líder que, sin embargo, también tiene cosas que mejorar, como siempre insiste Unai Emery. La fluidez en el juego lejos de Mestalla es la gran asignatura de este Valencia. También debería aumentar la posesión del balón y el criterio para que sus ataques fueran más constantes y no a ráfagas.

"Sin hacer mucho ruido nos funciona bien a nivel deportivo", afirmó Emery preguntado por la falta de impacto del Valencia en los medios de comunicación-. Si continúa así pronto le costará un gran esfuerzo mantener su fútbol en silencio.

Foto: ValenciaCF.es

domingo, 19 de octubre de 2008

El perdón al murciélago


Por Francisco Ortí.-

Corría el minuto 76. El Valencia vencía por 2-0 ante el Numancia y Mestalla se puso en pie para despedir a uno de sus jugadores. Era David Albelda, que había forzado hasta la llegada del segundo gol pese a sufría molestias musculares. La ovación supo a oferta de paz.

"Esta ovación es la más especial de mi carrera", aseguró David Albelda tras el partido. El ex capitán del Valencia lo había pasado muy mal desde que se cruzó con Ronald Koeman. Excluido del equipo y apartado por la afición a causa de su denuncia contra el club, Albelda se quedó sólo. El murciélago se había caído del escudo.

La controvertida decisión de Koeman privó a Albelda de jugar la Eurocopa y provocó que en verano se viera más fuera que dentro del Valencia. Los problemas se solucionaron, aunque la relación con la afición continuó a ser tirante hasta que ante el pasado domingo Mestalla le perdonó.

"Nunca he tenido queja de mi relación con la afición, pero con la ovación de ayer, después de los meses que he pasado, la verdad es que uno se queda muy satisfecho y contento y ve que vuelve la normalidad", apuntó el centrocampista.

"Yo he pedido perdón en algunas emisoras más de una vez a aquella gente que se ha sentido ofendida por mi manera de actuar porque el Valencia significa mucho para mucha gente pero mi situación era muy delicada y al final de la historia a veces me pregunto que uno de los que ha salido perdiendo soy yo. Se me cerraron las puertas de la Eurocopa y ahora la clasificación para el mundial", aclaró.

La llegada de Unai Emery ha reactivado la carrera de Albelda. Se ha convertido en un fijo en el once y cada partido se encuentra mejor, aunque todavía se encuentra lejos de su mejor versión. "Espero dar más. El fútbol puede cambiar, espero regularidad. Estoy contento de momento pero cuando el equipo va bien, es más fácil involucrarse en el trabajo" reconoció el centrocampista.

Tras reconciliarse con la afición ché ahora quiere hacerlo también con la Roja: "Sé lo difícil que es ir a la selección. Hay jugadores que me lleva mucho camino ganado. La puerta de la selección es que el valencia vaya bien, no por mí, sino también por Mata que puede ir cualquier día". El murciélago quiere volver al escudo.

Foto: As.com


viernes, 17 de octubre de 2008

Abiertos a todo

Por Ander Barroso.-

Quince días después de la goleada recibida en el Camp Nou, el Atlético se mide al Real Madrid con la obligación de limpiar la triste imagen ofrecida en el choque frente al Barcelona. Javier Aguirre ha aprovechado el parón liguero para analizar a fondo los errores que cometieron en el 6-1 y no tengan dudas de que el Madrid se encontrará un Atleti diferente al que se encontró el Barca.

Con total seguridad, el aspecto que más preocupado tiene que tener a Aguirre es el estado en el que ha llegado ‘Kun’ Agüero. El futbolista argentino ha disputado dos encuentros con su selección en tan solo cuatro días y ha realizado un viaje largo. Si el partido fuese el domingo, el problema no tendría una perspectiva tan preocupante, pero siendo sábado, sí, puesto que es bastante probable que no esté al 100%.

Sin embargo, ‘Kun’ es capaz de liarla estando a un 70% de sus posibilidades, así que Pepe y Cannavaro no deberían confiarse demasiado. Además, al lado de Agüero estará Forlán. El regreso del uruguayo será celebrado por todo lo alto en el Calderón. Ha realizado una recuperación fantástica y ha aprovechado el parón liguero para ponerse a punto y llegar al derbi. Seguro que la dupla Agüero-Forlán nos deleita.

Por otro lado, vuelve Leo Franco a la portería. Aguirre vuelve a mostrar su confianza en el guardameta argentino y Coupet volverá al banquillo, tras los seis goles que recibió en el Camp Nou. Maniche y Simao estarán en el once, al igual que Heitinga y Ujfalusi, dos que tienen el puesto garantizado. Assunçao le vuelve a ganar la partida a un Raúl Garcia que tiene que tener paciencia y aguardar a que llegue su momento.

Es cierto que los atléticos todavía aguardan los fantasmas del 6-1, pero que nadie diga que el Atlético no tiene ante sí una oportunidad única de derrotar al Real Madrid en el Calderón, después de nueve temporadas consecutivas en la que no ha derrotado al equipo blanco. Esta temporada todo es diferente y el Atleti tiene que salir a ganar todos los partidos que dispute y sea cual sea el rival, porque tiene equipo para todo. Esa es la filosofía a seguir.

El Madrid llega tocado al derbi. Se han caído del equipo Diarra y Guti, mientras que Robben no ha entrado en la lista por decisión técnica y Sergio Ramos sigue tocado, aunque forzará. Schuster tirará de Pepe y un Cannavaro que podría retirarse de blanco, tal y como han empezado a defender muchos periodistas. Su sucesor será Garay, pero nadie sabe cuando se producirá su desembarco en el equipo merengue.

Regresa un futbolista que puede darle muchas alegrías al Madrid esta temporada. Me refiero a Sneijder, un auténtico crack. El holandés se rompió en pretemporada cuando estaba en un gran momento. Los médicos vaticinaron que estaría tres meses de baja, pero Wesley ha realizado una fabulosa recuperación y no ha necesitado más de dos meses para ponerse a punto. Junto a él, De la Red, que parece estar por delante de Gago.

Higuaín y Van der Vaart se mantienen en las bandas, acompañando en ataque a Raúl y Van Nistelrooy. La presencia de estos dos arriba será fundamental en el devenir de un partido que será apasionante y en el que no faltarán los goles, el buen fútbol y la emoción. Mi apuesta: 3-2 para el Atleti, con goles de Agüero, Forlán y Maniche, mientras que por parte de los blancos, Van Nistelrooy y De la Red.

viernes, 10 de octubre de 2008

La sonrisa de Manuel


Por Francisco Ortí.-

Manuel no suele sonreír. La vida no le ha muchos motivos para hacerlo. De ascendencia caboverdiana, es el menor de cinco hermanos y vivió una infancia complicada de la que no le gusta hablar. A lo largo de los años el balón había sido una de sus pocas fuentes de alegría y últimamente se había secado.

Con el balón en los pies, Manuel estaba considerado como uno de los mejores proyectos de futbolistas de una cantera tan prolífica como la portuguesa. Muy joven, José Antonio Camacho le hizo debutar en el primer equipo del Benfica y ya por entonces sorprendía el desabrido rostro de Manuel, serio e imperturbable, completamente opuesta a la alegría que dibujaban sus pies al entrar en contacto con el balón.

“No sonrío sobre el terreno de juego para intimidar a mis rivales”, explicaba un imberbe Manuel Fernandes. Con la acumulación de partidos y la llegada de algún gol de bella factura, comenzó a hacerse un cartel de gran promesa que le deparó un aluvión de ofertas de clubes europeos. Fue apodado como `Manuelele´ por su saber estar en el centro del campo y tenía ante sí un prometedor futuro.

Decidió emigrar a una liga de mayor repercusión, en parte buscando crecer como futbolista, pero también alejándose de Ronald Koeman, quien se había hecho cargo del banquillo lisboeta. Eligió la Premier League. Allí las lesiones y algunos esbozos de conducta problemática lejos del césped le impidieron deleitar a las islas con la camiseta del Portsmouth, aunque sí tuvo mejor éxito defendiendo los colores del Everton.

Su buen trabajo a orillas del Mersey y, sobre todo, el cartel ganado cuando jugaba en el Benfica, le valieron en el verano del 2007 para recalar en el Valencia, un club por entonces desesperado por contratar un mediocentro después de fracasar hasta en seis operaciones anteriores.

Pese a tratarse del plan F, el Valencia pagó 18 millones de euros por Manuel Fernandes, una cantidad que viciaría los primeros meses del luso en Mestalla. La hambrienta afición ché le esperaba con ansias de gloria, pero el luso no termino de convencer. Parte de culpa la tuvo Quique Flores, quien le probó reiteradamente como interior izquierdo al mismo tiene que buscaba un lugar al que mandar cedido al descartado Juan Mata.

El reencuentro con Ronald Koeman y un truculento altercado en una conocida discoteca de la ciudad del Turia terminaron de firmar la sentencia de muerte de la primera etapa en el Valencia de un Manuel Fernandes que se vio obligado a emigrar de nuevo al Everton.

Tras un semblante serio y apariencia adusta un cabizbajo Manuel regresó a Valencia el pasado verano. El paisaje era bien distinto. Ya no estaba Juan Soler, ni Ronald Koeman, pero sí un Unai Emery que le mostró desde el primer momento su confianza en él. “En cuanto llegué me dijo que iba a contar conmigo. Esa afirmación provocó que me diera cuenta de que tenía que hacerlo bien. Supe que no le podía fallar a Unai”, relata, agradecido, Manuel Fernandes.

Ese estimulo supuso el inicio de la conversión de Manuel. El luso comenzó a gozar de minutos en el centro del campo del Valencia y sincronizó con todas las parejas de baile que le asignaron. Cuando le tocó jugar junto a Albelda asumió mayor responsabilidad ofensiva, todo lo contrario que cuando formaba pareja con Edu.

En el genial comienzo de temporada del Valencia, Manuel ha sido el ausente omnipresente. No estaba nunca, pero a la vez estaba siempre. Villa y Mata se llevaban los elogios y las portadas, pero el trabajo de joven centrocampista siempre había sido clave en cada una de las victorias.

Con el paso de los partidos ha ido ganando presencia y responsabilidad. Es protagonista en las acciones a balón parado, y, aunque todavía tiene que mejorar como él mismo reconoce, atraviesa por su mejor momento deportivo.

Su confirmación llegó la pasada semana. Ante el Marítimo fue el mejor, y ante el Valladolid decisivo. Un disparo suyo desde la frontal, algo que está decidido a hacer con mayor asiduidad, se convirtió en tres puntos para el Valencia. En ese momento, justo después del gol, algo sucedió en el inmutable rostro de Manuel. Apareció, por fin, una sonrisa. “Ahora soy feliz”, declaró tras el partido.

Un poeta, cuyo nombre no consigo recordar, escribió que había que juzgar a las personas por el comportamiento que habían tenido desde el momento en el que las conocimos y no por los hechos más recientes. Pese a ello, hay que saber una frontera con el pasado cuando es necesario y mirar al futuro con una sonrisa. Manuel ya lo ha hecho.
Foto: ValenciaCF.es

jueves, 2 de octubre de 2008

Mala imagen (2-1)


Por Francisco Ortí.-

Valencia-Marítimo (2-1)

Del Horno evitó el bochorno en Mestalla. Unai Emery se equivocó jugando con experimentos en la alineación y el Valencia sufrió de lo lindo para imponerse a un débil Marítimo. El lateral izquierdo y Villa salvaron los muebles a última hora, pero los ché dejan una mala imagen.

Unai Emery había mandado durante la semana un mensaje avisando de que la eliminatoria no estaba resuelta y que no había que confiarse. Al parecer ese mensaje debió olvidarlo inmediatamente después de abandonar la sala de prensa de Paterna porque lo que puso sobre el terreno de juego no fue un once con que el que demostrara que no se fiaba del Marítimo.

Con Maduro como lateral derecho, Viana de enganche y un ex jugador como Iván Helguera en el centro de la zaga, el Valencia volvió al pasado y disputó uno de los clásicos bolos veraniegos.
El problema era que ni estamos en pretemporada ni el partido era amistoso. Se trataba de toda una eliminatoria de la Copa de la UEFA, con un rival como el Marítimo que no era un derroche de calidad técnica, pero sí de ilusión y fe.

Pese a el estrambótico dibujo táctico el Valencia dominó los primeros compases del encuentro y llegó a disfrutar de un par de ocasiones aisladas en las que obligaron a estirar a Marcos, portero rival. Sin embargo, con el paso de los minutos los ché bajaron los brazos, pensando que tenían ante sí una tranquila noche de mediados de agosto.

Y de noche tranquila nada de nada. El Marítimo, viendo que el Valencia no era tan fiero como lo pintaban, comenzó a creer en sus posibilidades. Primero avisó con un disparo de Djalma, luego otro de Bruno, y finalmente, al filo del descanso, Marcinho castigó la desidia valencianista con un gol soberbio, batiendo a Guaita por alto picando el balón con el exterior.

El gol de Marcinho despertó a los jugadores ché, que se bronceaban a la luna de Valencia, pero la reacción tuvo que esperar a la segunda mitad. Emery no tardó en mover ficha y dio entrada a David Villa, en lugar de Helguera, quien se marchó pitado por la grada de Mestalla, y a Mata por un tocado Vicente.

La segunda mitad fue un monólogo valencianista. Los ché monopolizaron el balón, ante un Marítimo que acumulaba cada vez más hombres atrás. Pese a todo, este dominio no se tradujo en ocasiones de gol y el dúo salvador de esta temporada, el que forman Villa y Mata, apenas apareció.

La prórroga ya se notaba en el ambiente y se multiplicaban los comentarios tipo "nos van hacer estar aquí hasta mañana", Del Horno metió la cabeza. El lateral izquierdo sorprendió con una de sus habituales llegadas y cabeceó el balón a la red para meter al Valencia en la próxima ronda de la Copa UEFA.

Emery confió en Asier del Horno el pasado verano y el lateral izquierdo se lo ha agradecido evitando al técnico que se quemara con sus propios experimentos de química.
En los minutos finales, el árbitro se inventó un penalti a favor del Valencia que David Villa se encargó de materializar. El Valencia está en la fase de grupos, pero Emery encaja su primer rasguño como entrenador ché.

Foto: ValenciaCF.es

miércoles, 1 de octubre de 2008

El Liverpool supera a un desarmado PSV


Por Francisco Ortí.-

Liverpool-PSV (3-1)


Con poca fluidez en el juego, pero con una presión asfixiante el Liverpool pasó por encima de un PSV que se desmontó a las primeras de cambio. Los tres puntos acercan a los Reds a los octavos de final de la Champions.

El PSV, desarmado por la ausencia de su líder Afellay, decidió esconderse detrás de una trinchera defensiva que no fue tan fuerte como para resistir durante noventa minutos, de hecho no aguantó en pie ni cinco minutos. Y es que ese fue el tiempo que necesitó el Liverpool para dejar claro que en Anfield ese tipo de actitudes se pagan caras.

A los cuatro minutos, los Reds se adelantaron tras un saque de esquina que Dirk Kuyt envió a la red después de que Fernando Torres errara en primera instancia su remate. El tanto evidenció las lagunas defensivas de un conjunto holandés, que sin embargo, había jugado sus cartas a favor de estar serios en defensa.

Ni el tanto del Liverpool ni los visibles problemas para defender de los tulipanes provocaron que Huub Stevens se replanteara su plan inicial. El PSV no cambió de rostro y continuó atacando con Amrabat como única, aunque activa, arma ofensiva.

El Liverpool no vivió una de sus noches más lúcidas, pero lo suplió con entrega y unos niveles de adrenalina más altos. Steven Gerrard estuvo impreciso y no fue el de las grandes citas, y la responsabilidad de generar peligro recayó sobre las veloces botas de Fernando Torres, Dirk Kuyt y Robbie Keane.

El trío de sprinters no decepcionó y a los 34 minutos sembró el caos en el flanco derecho de la zaga holandesa, para que el español acabara sacando un centro que Robbie Keane mandó a la red. El nuevo Red lo celebró con rabia y no era para menos puesto que significaba su primer gol con la camiseta del Liverpool.

En la segunda mitad, los registros del partido no variaron. La posesión siguió favoreciendo al Liverpool y la defensa del PSV continuó facilitando las cosas a los delanteros Reds, aunque estos, especialmente Fernando Torres, no hicieron sangre.

Quien no perdonó fue Steven Gerrard. El capitán del Liverpool no estuvo cómodo con el balón en los pies a lo largo de toda la noche, pero nunca le hace ascos a un buen zapatazo, y así encontró el camino ideal para firmar el 3-0.

Ante la abultada goleada, Stevens por fin se decidió a introducir sobre el terreno de juego a un compañero de juegos en la delantera para Amrabat. Con la entrada de Koevermans el PSV mejoró y recortó distancias con un tanto del potente delantero, aunque ya era demasiado tarde como para pensar en algo más que maquillar el marcador.

A la postre, tres puntos fáciles para el Liverpool que camina con firmeza hacia los octavos de final de la Liga de Campeones. Todo lo contrario que el PSV, quien debe comenzar en la tercera plaza del grupo como un objetivo con el que soñar.

La ficha del partido al completo: