martes, 30 de septiembre de 2008

Schmeichel, inseminador porcino


Por Francisco Ortí.-

Peter Schmeichel ha vivido una carrera deportiva repleta de éxitos. Ha ganado la Premier League, la Copa de Europa y hasta la Eurocopa, y todo ello sin marcharse su impecables calzas blancas.

El guardameta danés lideraba la primera hornada de futbolistas metrosexuales que posteriormente David Beckham se encargó de llevar a los altares del marketing y el papel couché. Podía jugar en un Villa Park enfangado, atajar todo lo que se acercara entre sus tres palos y luego abandonar el terreno de juego tan limpio como antes del terreno de juego. Esas calzas blancas, siempre blancas, eran todo un misterio.

Tras su retirada, esas impolutas calzas ya no lo están tanto. Al menos no debería estarlo a tenor de las actividades a las que se dedica ahora el bueno de Schmeichel. Inseminador de cerdos, limpiador de cloacas o buscador de objetos en vertederos son algunas de las labores a las que está entregado actualmente el portero danés.

No se alarmen, que ya veo a más de uno llevándose las manos a la cabeza, o a enjabonárselas al sentir en sus carnes dichos oficios. No es que Schmeichel se haya vuelto loco, si no que estos trabajos forman parte de un programada de Discovery Channel en el que participará.

El portero danés se recorrerá toda Europa acompañado por un equipo de televisión de la prestigiosa cadena visitando lugares tan saludables como las minas de carbón de Polonia, o dedicándose a cuidar anguilas. No contento con esto, el danés deberá enfundarse de nuevo los guantes, aunque esta vez unos de plástico, para ejercer de taxidermista.

Espero que tras conocer el presente del ex portero del Manchester United, Iker Casillas se piense dos veces el colgar los guantes.

domingo, 21 de septiembre de 2008

El Inter arrolla en primera marcha (1-3)



Torino-Inter (1-3)


José Mourinho continúa ajustando las tuercas a su máquina nerazzurra y mientras tanto recopila victoria tras victoria. El mastodóntico e hipermusculado Inter de Milán pasó por encima de un anodino Torino sin apenas darse cuenta.

Los interistas saltaron al terreno de juego con la tranquilidad del que se sabe superior. Tocaron con el balón con calma, casi desidía, conscientes de que tarde o temprano llegaría una ocasión y con nombres como Ibrahimovic, Adriano o Mancini lo normal es que acabara en el fondo de la portería.

A nadie le sorprendió que así fuera, aunque no fue una de las superestrellas interistas quien logró el gol, si no el lateral izquierdo del Torino Pisano. Tras un error de marcaje, el defensa dejó recibir solo a Mancini y luego redondeó la desafortunada jugada desviando al interior de la red el centro del interior brasileño.

En 21 minutos y sin despeinarse, el Inter ya se había adelantado en el marcador. El segundo zaparzo llegó también desde la banda derecha del Inter, aunque no por un error de los turineses, sino por una bestial genialidad de Maicon. El lateral diestro emuló simétricamente al mejor Roberto Carlos y soltó un misil con tres dedos desde el pico del área para que el balón entrara con violencia por la escuadra contraria.

La acción individual de Maicon dejó totalmente sentenciado el encuentro y dejó patente que Mourinho va por buen camino. Cuando los grandes ganan practicamente sin quererlo, por inercia, es cuando hay que empezar a temerles.

La segunda parte transcurrió por los mismos derroteros que la primera. Al Torino sólo le quedaba más que rezar para que no le cayera una goleada de escándalo. No le sirvió para mucho porque Ibrahimovic anotó el tercero nada más comenzar la primera mitad, aunque Abbruscato logró el gol del honor para los turineses faltando 14 minutos para el final.

sábado, 20 de septiembre de 2008

La Roma vence sin convencer (3-0)


Roma-Reggina (3-0)

La Roma sale de su letargo, aunque sin convencer. Los romanos regresaron a la senda de la victoria imponiéndose por 2-0 ante la Reggina en un partido frío en el que los visitantes concedieron demasiadas facilidades.

Los de Spalletti, que estuvieron desdibujados e imprecisos, poco recordaron a la Roma de las mejores épocas y evidenciaron que su crisis es más profunda de lo que parece. Pese a todo, los romanos lograron imponerse en el juego, aunque estuvieron atascados en los metros finales.

Con el paso de los minutos la Roma comenzó a hundirse viendo que el gol no terminaba de llegar. En el Olímpico reaparecían los fantasmas del Cluj, pero cuando peor pintaban las cosas apareció el de siempre, Christian Panucci, para adelantar a los romanos con una de sus clásicas llegadas oportunistas.

La Roma no mejoró su imagen tampoco en la segunda mitad, sin embargo la Reggina estaba entregada y Aquilani la remató con un zurdazo por la escuadra después de un sprint desde el medio del campo a los 51 minutos. En los minutos finales Perrotta amplió la cuenta al aprovechar un rechace del meta rival.

Con este resultado, la Roma estrena su casillero de victorias y inicia la escalada hacia los puestos nobles de la clasificación.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Un gol entre el barrizal (0-1)

Por Francisco Ortí.-

Marítimo-Valencia (0-1)

Pese al impracticable barro, la intensa lluvia y las lagunas mentales de Iván Helguera el Valencia ha comenzado con buen pie su andadura en la Copa de la UEFA. Las condiciones climatológicas no invitaban a la práctica del fútbol y el Valencia completó un encuentro muy práctico, con pocos alardes, pero muy efectivo.

Unai Emery estuvo listo en los momentos previos al encuentro y viró sus planes iniciales para plantear un fútbol diferente al que quiere para su Valencia, pero ideal para el estado del terreno de juego. Consciente de que las circunstancias no eran las ideales para jugadores como Mata, Joaquín o Villa, el técnico ché buscó un mayor potencial aéreo con la entrada de Zigic y Morientes.

La apuesta pronto le deparó beneficios al conjunto ché. En la primera ocasión que tuvo llegó el gol. A los 12 minutos, Fernando Morientes recibió el balón en el interior del área y tras dejar sentado a su marcador con un fino regate batió al portero rival con el exterior. Un gol de Killer.

El tanto ché no derrumbó los ánimos del Marítimo. Los portugueses saltaron al terreno de juego dispuestos a plantar batalla y se impusieron a trompicones y con poca claridad. Su ímpetu fue su mejor virtud, aunque no logró crear ocasiones claras de gol de no ser por la inesperada colaboración de Iván Helguera.

El cántabro completó un mal partido, mostrándose muy fuera de forma y concediendo demasiadas facilidades a unos jugadores lusos que pecaron de ingenuidad y no se terminaron de creer que podían hacer daño al Valencia. Helguera incluso pudo ser expulsado cuando agarró a Moutinho tras su enésimo error en la entrega, pero el árbitro no le vio.

En la segunda mitad, el Valencia comenzó ofreciendo mejor imagen y llegando con facilidad al área rival, pero pronto volvieron a imponerse los mayores niveles de adrenalina de los portugueses.

Los ché se relajaron y permitieron al Marítimo soñar con la remontada. Tanto fue así que Marcinho llegó a estrellar un balón un tiro libre contra la madera y posteriormente Guilherme remató libre de marca en el interior del área, aunque con escasa puntería.

Estas dos ocasiones despertaron al Valencia de su letargo. Los de Emery se dieron cuenta de que el trabajo todavía no estaba hecho y las entradas de Villa y Mata terminaron de reactivar el equipo.

Pese a la mejoría del Valencia en los últimos minutos el marcador no se volvería a mover. Tanto Angulo como David Villa dispusieron de claras ocasiones para sentenciar la eliminatoria, pero no estuvieron finos. Lo mejor, sin duda, el marcador y escapar sanos y salvos del barrizal.